–Creá y mantené una rutina diaria dentro de tu casa. Establece de antemano que es lo que vas a hacer durante el día.
-Aunque no salgas de tu casa, sacate el pijama o la ropa de dormir. Bañate, vestite, afeitate, maquíllate (si lo hacías regularmente).
-Es importante desarrollar conductas flexibles y adaptativas a esta nueva realidad para poder afrontarla de la mejor manera posible.
–Mantené el horario de las comidas y alimentate de forma sana. Una nutrición equilibrada es fundamental para mantener el sistema inmunológico fuerte.
–Hidratate, tome agua diariamente.
-Descansa de forma adecuada y mantené los horarios de sueño.
–Mantené los ambientes de tu casa limpios, iluminados, ventilados y desinfectados. El orden en el hogar también ayuda a crear un escenario agradable para estar.
– Cuida tu cuerpo. Hace actividad física diariamente: puede ser alguna práctica de movimiento suave, elongación, estiramiento, caminata (si dispones de lugar), baile o yoga.
-Cuida tu mente. Hace crucigramas, sudoku, sopas de letras, ejercicios de memoria, mira películas, lee algún libro, revista o artículo de interés. No te sobreexpongas a noticias. Trata de consultar solamente fuentes confiables (organismos oficiales, instituciones prestigiosas) y que sea en determinados momento del día (por ejemplo al mediodía o la tarde y no tanto al despertar o a la noche)
-Cuida tu alma o espíritu. Regalate actividades placenteras y disfrutálas intensamente. Habla regularmente con tus seres queridos, ya sean familiares, amigos o personas de confianza. Acompaña a otros y déjate acompañar.
–Animate a innovar en alguna tarea o actividad. Usa la creatividad para hacer, en estos momentos, la tarea que siempre quisiste hacer. Aprende algo nuevo cada día: estudia o investiga algo que te interese, cose, teje, pinta, cocina recetas nuevas, escribí, hace manualidades.
-Si en tu casa da el sol en algún momento del día, tomate un ratito para tomar sol diariamente y disfrutar del aire y la naturaleza.
-Practica la quietud y lentificate cuando te sientas acelerado, agitado o tenso. Come tranquilo, saborea la comida, disfruta de cada actividad que hagas. Practica la relajación. Medita, respira conscientemente, pinta mandálas, escucha música que te relaje y calme. Hace actividades que te permitan volver a tu centro.
-Toma distancia de personas o situaciones tóxicas para tu vida.
–Reducí demandas internas o externas innecesarias. No es momento de sobre exigirnos, sino de ser más considerados con nosotros mismos, con nuestras emociones; teniendo en cuenta que los cambios de rutina tan abruptos, la incertidumbre y la amenaza de la pandemia afecta nuestro estado emocional por más saludable que estemos. Esto mismo que te pasa, les ocurre a los demás, por eso es importante practicar la empatía y la tolerancia.
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